jueves, 2 de diciembre de 2010

Qatar llevará el Mundial 2022

Oriente Medio ya tiene su primer Mundial. Pese a no figurar en las primeras posiciones del ranking FIFA -actualmente ocupa el puesto 113-, Qatar cuenta con el aval de los 'petrodólares' y las nuevas tecnologías para brindar al planeta la mejor Copa del Mundo de la historia.
Impulsado por una economía estable y al alza, el emirato encabezado por Hamad bin Khalifa Al Thani, que cuenta con el PIB per cápita más alto del planeta, revolucionará el concepto y el formato de Copa del Mundo existente hasta la fecha.
La península de Qatar, que pasa por ser el segundo país más pequeño del golfo Pérsico y apenas cuenta con millón y medio de habitantes, garantiza un torneo compacto. Diez de los doce estadios se situarán en torno a Doha, en un radio de 30 kilómentros. Esto posibilitará que los aficionados acudan a dos partidos cada día y, además, tengan tiempo de hacer turismo sin cambiar de hotel y sin necesidad de utilizar el avión. A los jugadores, por su parte, les permitirá jugar, entrenarse y relajarse en un mismo ambiente, evitando el cansancio que conllevan los viajes.
En cuanto a la flota de estadios -la FIFA exige 12 con una capacidad de entre 40 y 80.000 espectadores-, Qatar remodelará tres de los ya existentes y construirá nueve 'coliseos' nuevos. Todos ellos, de clase mundial, contarán con un diseño arquitectónico pionero y estarán a la cabeza en lo que a confort e innovaciones tecnológicas se refiere.
Quizá el aspecto más reseñable sea que los estadios contarán con una construcción 'modular'. La idea es que, una vez finalizada la Copa del Mundo, parte de las gradas o las instalaciones puedan ser desmanteladas y trasladadar a otros países con menores recursos económicos. El mejor ejemplo de esto es el estadio que se construirá en el puerto de Doha, con capacidad para 45.000 espectadores, y que podría pasar a mejor vida cuando finalice el torneo.
Para combatir el calor del desierto, el mayor impedimento que el Comité de la FIFA señaló durante su inspección, la candidatura encabezada por Sheikh Mohammed tiene previsto instalar tecnologías frigoríficas de última generación en estadios, centros de entrenamiento, Fan Zones y en la red de metro. Bajo el lema 'Cuando la atmósfera se caliente, los espectadores seguirán fríos', este sistema garantizaría unas condiciones inmejorables para el desarrollo del juego, pues jugadores y espectadores disfrutarían de un clima permanente de 27ºC.
En este aspecto, la ecología jugará un valor clave, pues Qatar pretende eliminar las emisiones de dióxido de carbono y, para ello, echará mano de tecnologías sostenibles, como es el caso de la energía solar. Un buen ejemplo de que esto se puede llevar a cabo es el prototipo de estadio, dotado de 500 localidades, instalado en La Ciudad del Deporte con motivo de la visita de la FIFA.
Por si fuera poco, Qatar cuenta con el respaldo que le ofrece la pléyade de estrellas que ejercen de embajadores de su candidatura: Zidane, Guardiola, Batistuta, Ronald de Boer, Al Jaber, Roger Milla y Bora Milutinovic.
La ultramoderna red de transportes también estará a la altura de la cita. Desde el Nuevo Aeropuerto Internacional de Doha, que estará listo a finales del próximo año, se podrá llegar a todas las sedes y estadios. Sin embargo, la escasa distancia existente entre todas las sedes facilitará el transporte terrestre, e incluso, en barco. La oferta hotelera tampoco será problema, pues Qatar cuenta con una lujosa red de hoteles.
Además, la península de Qatar cuenta con un enclave estratégico privilegiado. Su localización, a medio camino entre Oriente y Occidente, garantiza unos horarios, desde el punto de vista de los derechos televisivos, prácticamente inmejorables. En el plano organizativo, Qatar, que ya albergó el Mundial sub 20 en 1995 y los Juegos Asiáticos en 2006, afronta su mayor desafía. La Copa de Asia, que se celebrará en el emirato el próximo mes de enero, será un gran examen en este sentido.
En el plano competitivo, Qatar tendrá su gran prueba de fuego, pues hasta la fecha, nunca han participado en un Mundial. La escasez de materia prima -apenas hay 400.000 árabes en el país- es el mayor problema. Sin embargo, los buenos resultados obtenidos en los últimos tiempos por las selecciones sub 17 y sub 20 hacen concibir un hilo de esperanza a la absoluta, que finalizó cuarta de su grupo en la pasada fase de clasificación mundialista.

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