Baloncesto

El actual Madrid es un equipo de récords, de superación continua. Cuando parece que no puede caer más bajo, va y demuestra que no hay barreras que se le resistan. Ayer perdió en Bélgica con el Charleroi, colista sin triunfos, y hace tres semanas con el Meridiano, que solo le ha ganado a los blancos en la ACB. Pero es más que todo eso, son las formas, la manera en la que hinca la rodilla ante la adversidad. Igual que lo hizo con el Barça en la Supercopa.
El Charleroi disputó un gran partido, cierto. Se pasó el balón para abrir el campo, asustó con los tapones de Riddick (4) y con su cancha ratonera. Se la jugaba (la derrota le dejaba virtualmente eliminado) y respondió. Pero enfrente no encontró nada. Los de Messina sufrieron un naufragio colosal, digno del Titanic, firmando alguno de los peores registros de la historia del club. Siempre marcharon por detrás, sin amago de reacción­, incapaces de meter un tiro, incapaces del todo: 29% en los lanzamientos de dos y ¡6% en los triples para 49 puntos! En total, 17/70; ¡53 lanzamientos errados! Si un equipo de élite no anota, no hay más de qué hablar. Ni dominio en el rebote (30 a 43) ni pérdidas (sólo 11). Nada de nada.
La desventaja fue de 20 puntos y los 49 encestados suponen la anotación más baja del Madrid en Europa desde marzo de 1996 (68-49 ante Olympiacos). En toda la historia solo ha bajado de esa cifra en dos ocasiones. En Liga, por ejemplo, no lograba una marca tan pobre desde noviembre de 1965 (77-45 frente al Picadero). Derrota bíblica. Los que lo cuestionan todo y piden la destitución de Messina y el cambio de varios jugadores, tienen ya más razones que un santo. Pese a todo, creo para el Madrid solo hay una salida: la estabilidad.
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Un Barcelona irreconocible pierde su poder en Siena:
El Regal Barça naufragó en Siena, preso de una incapacidad anotadora inaudita, y desaprovechó la oportunidad de situarse con los mismos triunfos que el líder. Se notó la baja de Navarro y los tiradores no tuvieron su día. Después del descanso, con un ajustado 43-40 en el marcador, el Regal solo fue capaz de anotar tres canastas de campo en los siguientes 20 minutos (lanzamientos de Lorbek y Pete Mickel y un triple de Lakovic). El resto, tiros libres provocados por una defensa italiana que jugó a más revoluciones que la de Xavi Pascual y que agravó la apatía de un equipo que ayer no tenía su día.
Pronto quedó definida la suerte de ambos conjuntos. El Montepaschi anotó sus primeros ocho lanzamientos y abrió brecha (22-12). Fue entonces cuando Pascual dio entrada al debutante Ingles, que robó un balón y anotó un triple que despertó a su equipo. La tarde anterior, en el autobús, los técnicos del Barça le explicaban a través de un ordenador las consignas de equipo. Pero su irrupción sólo fue un chispazo. Acabó el partido con cinco puntos y con solo uno de valoración. Acorde con el equipo.
Al son de McCalebb, el Montespachi tuvo una victoria plácida (76-67). Los azulgrana suman la tercera derrota del curso; segunda en la Euroliga.
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