jueves, 18 de noviembre de 2010

El madrid naufragia en la Euroliga.

El actual Madrid es un equipo de récords, de superación continua. Cuando parece que no puede caer más bajo, va y demuestra que no hay barreras que se le resistan. Ayer perdió en Bélgica con el Charleroi, colista sin triunfos, y hace tres semanas con el Meridiano, que solo le ha ganado a los blancos en la ACB. Pero es más que todo eso, son las formas, la manera en la que hinca la rodilla ante la adversidad. Igual que lo hizo con el Barça en la Supercopa.
El Charleroi disputó un gran partido, cierto. Se pasó el balón para abrir el campo, asustó con los tapones de Riddick (4) y con su cancha ratonera. Se la jugaba (la derrota le dejaba virtualmente eliminado) y respondió. Pero enfrente no encontró nada. Los de Messina sufrieron un naufragio colosal, digno del Titanic, firmando alguno de los peores registros de la historia del club. Siempre marcharon por detrás, sin amago de reacción­, incapaces de meter un tiro, incapaces del todo: 29% en los lanzamientos de dos y ¡6% en los triples para 49 puntos! En total, 17/70; ¡53 lanzamientos errados! Si un equipo de élite no anota, no hay más de qué hablar. Ni dominio en el rebote (30 a 43) ni pérdidas (sólo 11). Nada de nada.
La desventaja fue de 20 puntos y los 49 encestados suponen la anotación más baja del Madrid en Europa desde marzo de 1996 (68-49 ante Olympiacos). En toda la historia solo ha bajado de esa cifra en dos ocasiones. En Liga, por ejemplo, no lograba una marca tan pobre desde noviembre de 1965 (77-45 frente al Picadero). Derrota bíblica. Los que lo cuestionan todo y piden la destitución de Messina y el cambio de varios jugadores, tienen ya más razones que un santo. Pese a todo, creo para el Madrid solo hay una salida: la estabilidad.

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