domingo, 30 de enero de 2011

Liga BBVA : Deportivo 3 - 3 Sevilla

Después de cinco derrotas consecutivas con muy poco fútbol, los coruñeses se adueñaban del balón con una clara intención: dañar a Palop. Las bandas, sobre todo la de Manuel Pablo, se convirtieron en autopistas que el Sevilla se veía impotente para cerrar. Adrián tuvo la primera ocasión clara, pero el balón se le quedó atrás. Falló el pichichi del Depor, pero no su compañero en la delantera. Lassad, recordando las virtudes que le hicieron saltar al primer equipo hace dos años, se soltó con una cabalgada imparable que terminó en perfecto y precioso remate desde la frontal del área que hizo inútil la estirada de Palop. El fútbol premiaba al equipo más ambicioso, algo que no siempre ocurre.
La reacción del Sevilla fue prácticamente plana. Con Luis Fabiano desaparecido, Alfaro lo intentó con infantil peligro, mientras Negredo, al que nunca se le puede negar su intensidad, chocaba una y otra vez con los tres centrales de Lotina. Ni siquiera la lesión de Antonio Tomás le permitió a los de Nervión ganar la batalla en la media, epicentro de las recuperaciones y fuente del dominio de los coruñeses. Con todo, el 1-0 con el que se llegó al descanso demostraba una vez más los problemas del Depor con el gol. Dominio, buen fútbol, corta renta y partido abierto. Y tanto.
La locura explotó en el segundo tiempo, en 45 minutos que dieron de sí como cuatro partidos juntos. Lassad marcaba el 2-0 en una jugada de alta escuela, lo que parecía sentenciar el partido porque sólo cuatro minutos antes, Palop había sido expulsado por unas claras e inocentes manos fuera del área. Pero la felicidad local duró un minuto, el que tardó Negredo en cazar un rebote absurdo tras un despeje de Aythami. El madrileño metía al Sevilla en el partido, y ahí se mantuvo, porque en el 69' Ayza anuló un gol legal a Adrián que podría haber hecho bajar los brazos a los hispalenses.

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